lunes, 23 de febrero de 2009

tengo una hija como Eluana

Trnscribo literalmente lo que dice esta madre

Tengo una hija que no habla y no reconoce a nadie. Se hace constantemente sus necesidades encima, y hay que limpiarla. Llora, emite sonidos y tenemos que alimentarla cada tres o cuatro horas, porque podría deshidratarse y morir. Las noches son muy duras, y mi mujer y yo estamos agotados. Su estado es tan dependiente que a mi mujer le han dado la baja en el trabajo para cuidarla. Mi hija tiene un mes de vida, pero no por eso dejamos de amarla y ayudarle a abrirse camino en la vida. Lo hacemos ahora y lo haremos siempre, incluso si por algún nefasto motivo (Dios no lo quiera) vuelve a este estado dentro de unos años. Porque, a pesar de su dependencia y necesidad, sigue siendo un ser humano, sigue siendo nuestra hija, sigue mereciendo todo el amor y la ternura. Tengo una hija como Eluana, pero yo no la dejaré morir de hambre y sed, y si en mi mano estuviera, intentaría hacer ver a todos los padres que se lo plantean, lo inhumano que supone dejar de amar a un hijo hasta producirle la muerte.

No hay comentarios: