sábado, 29 de octubre de 2011

El final del terrorismo

Parece que cualquier persona en su sano juicio querrá el final del terrorismo. Pero final del terrorismo puede significar dos cosas diametralmente opuestas:
- Que los terroristas han conseguido sus objetivos, no necesitan proseguir con sus actuaciones terroristas y, por lo mismo, dejan de llevarlas a cabo. Es decir: si los terroristas triunfan, se produce el final del terrorismo (a).
- Que los terroristas han sido vencidos, desarmados, privados de la posibilidad de practicar el terrorismo. Es decir: si los terroristas son derrotados, se produce el final del terrorismo (b).
Sería una aberración que quienes tienen la obligación de conseguir el final del terrorismo en el sentido b trabajaran para que ese final tenga el significado a. Por eso, a quien dice que quiere el final del terrorismo o que se ha producido el final del terrorismo hay que pedirle que se aclare y que diga cómo concibe ese final.
Que los terroristas anuncien el cese definitivo de su actividad armada no quiere decir que entregan las armas, sino que no consideran ya necesario utilizarlas para proseguir hacia el logro pleno de sus objetivos. Con ese simple anuncio, no muestran arrepentimiento alguno por el mal causado, ni aceptan las penas que como a culpables de ese mal deben imponérseles según el ordenamiento jurídico, ni piden perdón a las víctimas de sus acciones terroristas...
Pero parece que estamos deseosos de ser engañados y engañarnos. El terrorismo tiene entre sus efectos una fuerte intoxicación moral que nubla la capacidad de distinción entre el bien y el mal..., incluso en aquellas personas a las que correspondería mantener la lucidez e iluminar con la luz de la verdad, para que todos la veamos, la realidad... Muchos terminan por considerar falazmente necesario y justo poner fin al terrorismo como sea, a cualquier precio. Pero lo que se contrapone a triunfo de los terroristas no es diálogo, no es negociación, sino derrota de los terroristas.
Si hemos llegado al uso de razón moral, entenderemos que pagar a los terroristas un precio político, ofrecerles la plena impunidad de su actuación criminal, supone renunciar a toda exigencia de orden moral y jurídico, regresar a una situación pre-civilizatoria, selvática, en la que se acepta la pura fuerza física como fuente de legitimidad y se asume, ante quien la posee, la condición de esclavos. No parece que haya mucha gente dispuesta -para no caer en esa situación o salir de ella- a poner la libertad por encima de la propia vida.

domingo, 23 de octubre de 2011

gasto publico

Cuando en una empresa privada no se puede hacer frente a los gastos, enseguida vienen las consecuencias: los proveedores cortan suministros, los bancos ejecutan hipotecas… En la cosa pública no ocurre así. El Gobierno, las Comunidades Autónomas, los Ayuntamientos… se han endeudado hasta las trancas, generando una deuda cuya amortización e intereses absorberán los recursos de las próximas generaciones.
Todo, porque la macroeconomía no se rige por la lógica de las leyes de la economía, sino por la arbitrariedad de una política que debería tener como fin la búsqueda del bien común y que, en la realidad, está supeditada a la maquinaria de unos partidos que están saturados de ideología exacerbada. De ahí, por ejemplo, tantas televisiones deficitarias.
Esa ideología hace insolidarios a los hombres y mujeres de partidos diferentes, y divide las fuerzas que deberían sumarse para solucionar problemas, como la actual crisis económica. Porque la ideología, llevada al extremo, trastorna el juicio y lo convierte en prejuicio, de lo cual sólo se derivan disparates.

invertir en familia

España esta inmersa en un invierno demográfico y de nupcialidad sin precedente.Ya hay mas personas mayores que jóvenes,y la natalidad no solo ha caído a niveles dramáticos, sino que se esta agravando aun mas con la explosión del numero de abortos no hay un cambio radical en las políticas familiares, nuestro Estado de bienestar va a ser inasumible en muy poco tiempo.Invertir en familia no es un lujo, ni una propuesta bienintencionada y caritativa, sino el único modo eficaz para sacar a nuestro país de la crisis económica y social en la que esta inmersa.

Los números no mienten: nacen 87000 niños menos al año;harian falta, al menos,250000 nacimientos mas cada año, para asegurar el mantenimiento de la población activa.Ademas de que los matrimonios que se realizan son 46000 menos que hace 10 años, hoy se rompe un matrimonio cada 4,7 minutos y cada vez hay mas hogares en los que vive una sola persona.

Por todo ello, hay que reclamar un plan de choque de administraciones que incorpore la perspectiva de familia en todas las actuaciones publicas,y eso requiere cambiar de mentalidad y dotar de apoyo presupuestarios a los organismos y leyes que se lleven a cabo.No gastar un dinero que no hay, sino redistribuir el gasto y cambiar de prioridades.